viernes, 24 de julio de 2015

Mejores maestros, compromiso, aprendizaje profundo


¿Qué hacen los mejores maestros?

La preocupación por la calidad y pertinencia de la enseñanza ha sido y es un asunto central en las sociedades que aspiran al desarrollo y realización plena de los ciudadanos. El mejoramiento y modernización de la infraestructura educativa se ha reforzado con los importantes aportes de la tecnología, que amplía las posibilidades y oportunidades para el aprendizaje en todos los ámbitos de la actividad humana.

De la misma manera como las herramientas se constituyen en extensiones de la fuerza humana, Internet y toda la tecnología asociada (software, hardware, comunicaciones) se ha convertido en una herramienta excepcional de la inteligencia humana que le permite el acceso al conocimiento con una intensidad, cantidad y variedad inimaginables. El acceso a la sabiduría, el estado más elevado en la inteligencia humana , pronto dejará de ser patrimonio o condición de unos pocos seres excepcionales.

En la educación hay tres elementos esenciales: El maestro, el discípulo  y lo que se traslada o trasmite de maestros a los alumnos. Este último componente ha cambiado cualitativa y cuantitativamente; antes se trasmitían datos , información y eventualmente algo de conocimiento; en la actualidad es prioritaria no solo la trasmisión de conocimiento sino también la creación en acción simultánea de maestros y alumnos.

La creación de conocimiento con y para los alumnos demanda ahora que los maestros tengan condiciones especiales, que van a más allá de las competencias profesionales docentes puras. El maestro debe ser psicólogo, creador, artista, buen comunicador, debe tener empatía, humildad, disposición permanente para aprender y desaprender y entender que hoy más que nunca  se avanza más trabajando en comunidad con los alumnos. La trasmisión unilateral de datos, conocimiento e información es una tarea del pasado, hoy se necesita crear conocimiento en un ambiente cooperativo. Hoy se necesita ser artista, creativo, para trasformar lo complejo  en sencillo, para encontrar  la utilidad y relevancia en lo que es aparentemente absurdo o inútil, creatividad y empatía para lograr la aceptación y participación de los alumnos, parta desafiar y conducirlo por el camino de la búsqueda y experimentación voluntaria y lúdica.

Las siguientes gráficas muestran comentarios sobre el libro de Ken Bain, What the best college teachers do.

 

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